PHOTOESPAÑA EXPLORA LOS ORÍGENES DEL PICTORIALISMO FOTOGRÁFICO DE LA MANO DE TOMÁS DE ACILLONA

evento romanticismo

La exposición La experimentación pictorialista, comisariada por Mikel Lertxundi reúne 34 obras de Acillona que recogen los temas principales de su producción

Esta muestra reivindica la figura de un autor clave en los orígenes de la fotografía española que en los años 20 del siglo pasado se convirtió en un virtuoso de la experimentación técnica 

La muestra, que forma parte de la Sección Oficial del Festival, podrá visitarse hasta el 23 de septiembre

Descarga en nuestra web, imágenes de la exposición y el dossier del Festival

 

El Museo Nacional del Romanticismo presenta en PHotoESPAÑA 2018 la exposición La experimentación pictorialista, de Tomás de Acillona. La muestra, que se incluye dentro de la Sección Oficial del Festival, ofrece una oportunidad única de disfrutar de la virtuosa técnica de este autor que, en sus paisajes y naturalezas muertas supo jugar con la iluminación y se convirtió en un virtuoso de la experimentación técnica.

La exposición reúne 34 piezas de diversos formatos, pero cercanos en su mayoría a su modelo más habitual de 30 x 40 cm. Dividida por los temas que centraron su producción, presenta 5 retratos, 8 escenas costumbristas, 10 paisajes y 11 naturalezas muertas.

Tomás de Acillona es un destacado representante del llamado pictorialismo fotográfico en España. Como señala Mikel Lertxundi, comisario de la exposición: “se trata de un movimiento que a menudo llegó a conceder una mayor importancia a la técnica que al motivo, es decir, a la forma de plasmar la realidad que a la realidad en sí.”

Fotógrafo aficionado atento a la experimentación, Acillona comenzó a mediados de los años veinte a trabajar con la goma bicromatada en compañía de su amigo el músico Andrés Isasi. Fue a partir de 1932 cuando comenzaron a dominar esta técnica que según explica el comisario de la exposición “emplea una emulsión sensible a la luz solar aplicada sobre papel de dibujo”.

A partir de ese momento la producción de Acillona se incrementó notablemente, llegando a producir un millar de pruebas en veinte años.

El dominio virtuoso que llegó a adquirir le permitió alternar entre los característicos desenfoques impresionistas del pictorialismo y la captación precisa de las calidades de la materia. Acillona se especializó en una disciplina ya en desuso en aquella época, convirtiéndola en técnica principal de sus retratos, bodegones y escenas costumbristas. Estos motivos, junto con su especial enfoque nos ponen frente a un autor que utiliza la nostalgia como principal fuerza creadora.

En un festival como PHotoESPAÑA que mira al futuro de la fotografía y que pone sobre la mesa sus límites y nuevos lenguajes, no podía faltar una exposición que remita a los orígenes del arte fotográfico en España, ya que, sin conocer nuestras raíces, no podremos mirar al futuro. Así como señala el comisario de la muestra: “la presente exposición pretende ser un paso más en la recuperación de este autor para la historia de la fotografía de nuestro país; un fotógrafo sensible y perfeccionista que trabajó para sí, sin otro fin que el de satisfacer un anhelo estético.”

Sobre Mikel Lertxundi

Mikel Lertxundi Galiana (San Sebastián, 1974). Doctor en Historia del Arte. Miembro de la Comisión Asesora Artística del Museo de Bellas Artes de Bilbao (desde 2003), desarrolla su actividad como investigador y comisario independiente. Dedicado principalmente a los artistas vascos de los siglos XIX y XX, ha comisariado exposiciones sobre Antonio María Lecuona (2015), la familia Rochelt (2014), Anselmo Guinea (2012), Tomás de Acillona (2010), Pedro Antequera Azpiri y David Álvarez (2010), Jacinto Olave (2009), e Isidoro Guinea (2004 y 2007). Ha compartido comisariado en otras como Gonzalo Chillida (2016), Zamacois, Fortuny, Meissonier (2006) o San Sebastián 1854. De ciudad a capital (2004). Igualmente, ha publicado monografías, artículos y textos en catálogos de exposiciones.

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