LA ESPAÑA RURAL DE LA POSGUERRA BAJO LA MIRADA DE PIEDAD ISLA

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El Antiguo Hospital de Santa María la Rica de Alcalá de Henares acoge una completa muestra de una de las pioneras del nerrealismo fotográfico español

Fotógrafa prácticamente autodidacta, Piedad Isla  recorrió en moto las zonas rurales de su Palencia natal adentrándose en las costumbres y personajes de un mundo que se encontraba en un profundo y rápido proceso de transformación

La exposición podrá visitarse hasta el 6 de septiembre, dentro de la Sección Oficial de PHotoESPAÑA 2020

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El Antiguo Hospital de Santa María La Rica, en Alcalá de Henares, una de las sedes clásicas de PHotoESPAÑA cuenta en la XXIII edición del Festival con una muestra dedicada a Piedad Isla (Cervera de Pisuerga 1926 – Madrid 2009), autora pionera del neorrealismo fotográfico español.

Piedad Isla trabajó con una visión vitalista y comprometida en la España rural de la posguerra. Su fotografía era libre, con un instinto innato extraordinario, sin ningún prejuicio teórico que coartara su aproximación a la realidad. Tenía una manera particular de contar la vida y por lo tanto de vivirla. Su auténtica inspiración eras la condición humana, el culto a los ancianos, la adoración por los niños, y el respeto a la tierra.

No fue una espectadora extraña, se sumergió en el alma del pueblo desde la pertenencia, es por ello que sus imágenes tienen el valor de la autenticidad.

La artista documentaba su propio mundo, tenía relación con los personajes que fotografiaba, conocía sus nombres y sus circunstancias, y ellos, a su vez, la reconocían como alguien de su entorno próximo. Así, en Realismo Poético sus fotografías son capaces de transmitir una carga emocional y una naturalidad que difícilmente podrían tener si los protagonistas de estos retratos se hubieran visto sorprendidos por una cámara extraña.

Esta selección muestra la manera en la que retrató el costumbrismo español como pocos y cómo su permanente curiosidad hizo que nada de la vida de los pueblos le pasara desapercibido: tiendas, fiestas, mesones, grupos de amigos, pastores, procesiones, carreteros, bodas, ancianas de negro, niños, partidas de mus, mendigos, perros, guardias civiles, funerales, más niños, curas con sotana y albarcas, cantamisas, costureras, retratos con sabanas de fondo, gatos, juegos de bolos, mercados, corridas de toros y muy especialmente niños.

Como señalan los comisarios de la muestra, Esteban Sainz Vidal y  Feliciano López Pastor: “El trabajo de Piedad Isla como  fotógrafa de la zona norte de la provincia de Palencia le permitió el contacto directo desde los años 50 con formas de vida hoy desaparecidas, creando un importantísimo registro tanto por su valor documental, como por su sensibilidad estética, que trasmite un halo radiante y esperanzado. Los documentos gráficos de Piedad tienen el valor de la autenticidad, de la frescura, son fragmentos de vivencias fijadas en la nostalgia del blanco y negro, instantes únicos de la vida rural en estado puro, salvados del anonimato definitivo gracias a su cámara.”

 

Su auténtica inspiración fue la condición humana, el culto a los ancianos, la adoración por los niños y el respeto a la tierra.

 

Su dedicación a la fotografía le valió numerosos reconocimientos a lo largo de su trayectoria profesional, en la que fue pionera, estudiando fotografía en Oviedo, y siendo corresponsal de la Agencia Efe. También desplegó una intensa actividad como dinamizadora social, filántropa y defensora del patrimonio y de la naturaleza.

Su legado se conserva en la Fundación que lleva su nombre y el de su marido, en la localidad de Cervera de Pisuerga.

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