Gabriel Castaño, artista multidisciplinar afincado en Madrid, toma como principio plástico y punto de partida el equilibrio, la gravedad y el azar. En la serie Still Life, Castaño parte de esculturas efímeras de objetos cotidianos que ensambla en forma de encuentros tensos, creando una poética visual personal donde la casualidad es clave. Sus imágenes muestran la unión precisa entre elementos aparentemente discordantes suspendidos en el tiempo y encerrados en la instantánea. Se trata de un juego de equívocos que deja latente la complejidad de la representación, y en el que cada espectador otorga el sentido final.