A través de la contemplación y representación de la naturaleza, percepciones como la forma, la armonía y la belleza, esencias del mismo principio, reciben una especial atención en la obra de José R. Cuervo-Arango. Hay en este fotógrafo, además, una predisposición hacia la revelación de esa trascendencia que se encuentra detrás de las cosas modestas, mudables, simples e incompletas o en decadencia. En este sentido, sus fotografías deberían ser vistas como pequeñas epifanías o momentos de iluminación de ese fino y complejo orden que el propio artista percibe en el Universo, de apariencia a menudo caótica, pero donde cada elemento está relacionado con todos los demás, sin discontinuidades.